El término prion proviene del inglés y combina las palabras protein y infection. Fue introducido en 1982 por el investigador Stanley B. Prusiner, quien estudiaba un grupo de patologías crónicas e irreversibles que dañaban el sistema nervioso central.
A diferencia de virus o bacterias, los priones son proteínas con capacidad infecciosa que carecen de material genético. Se originan cuando una proteína cerebral normal (PrPC) sufre un plegamiento incorrecto y se transforma en una variante anómala (PrPSc). Esta alteración desencadena un proceso en cadena que favorece la propagación de las formas defectuosas, provocando graves enfermedades neurodegenerativas. Entre ellas destacan la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y las encefalopatías espongiformes, ambas de carácter mortal.
La transmisión de los priones puede producirse de manera iatrogénica, es decir, a través de procedimientos médicos como trasplantes o transfusiones, por el uso de instrumental contaminado, el contacto directo con fluidos corporales, la ingesta de tejidos animales infectados o incluso mediante exposición a suelos contaminados.
En la actualidad, estas proteínas anómalas representan uno de los mayores retos para los procesos de esterilización en clínicas y estudios de perforación (piercing, tatuaje, microblading, entre otros), debido a su extraordinaria resistencia frente a los métodos convencionales. Su carácter hidrófobo dificulta aún más su eliminación, lo que obliga a seguir protocolos estrictos de descontaminación, desinfección, embolsado adecuado y posterior esterilización para minimizar riesgos de propagación.
Un paso esencial dentro de este protocolo es el uso de agua caliente desionizada combinada con detergentes enzimáticos durante la fase de lavado manual y enjuague de las herramientas tras su inmersión, garantizando una limpieza profunda antes de la esterilización.
Es importante subrayar que únicamente los autoclaves de Clase B (grado médico).
Si tu equipo cuenta con este ciclo especial, significa que se trata de un autoclave de Clase B, diseñado para ofrecer la esterilización más completa. No solo incorpora el ciclo específico para priones, sino que además garantiza que el vapor de agua alcance cada cavidad o fisura del instrumental hueco y permite la correcta esterilización de materiales porosos.
De acuerdo con la Norma EN13060, todo profesional —ya sea del ámbito sanitario o de sectores relacionados con tratamientos que empleen instrumental crítico o semicrítico— está legalmente obligado a disponer de un autoclave de Clase B en su centro de trabajo.
En Tattooclav.es mantenemos nuestro compromiso de asesorar y capacitar a nuestros clientes en las prácticas adecuadas de esterilización, higiene y bioseguridad. Si deseas resolver cualquier duda, nuestro equipo está disponible para ayudarte.
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